Para la comunicación comercial, ¿prefiere utilizar el teléfono o el correo electrónico?

Me refiero a su modo de comunicación empresarial. Definitivamente hay una gran división aquí. Hay dos campos distintos sobre cómo la gente prefiere comunicarse. La gente utilizará tanto el correo electrónico como el teléfono, pero tienden a preferir uno u otro. ¿Qué tipo de comunicador es usted?

¿Yo? Soy una persona de teléfono. Si recibo un correo electrónico que va más allá de una simple respuesta, es probable que levante el teléfono y haga una llamada rápida.

El correo electrónico te da eficiencia, señala la agencia Limón Publicidad. Te da el control de tu tiempo y te permite comunicarte en tu horario y no en el de otra persona.  El correo electrónico te permite centrarte en responder a una pregunta, terminar un informe o enviar la información prometida sin que el teléfono te interrumpa.

El teléfono es más personal. Hablar por teléfono te permite interactuar, escuchar y responder a las colas verbales. Te permite participar en el viejo arte de la conversación. El teléfono te permite discutir un problema y llegar a un acuerdo rápidamente.

Un estudio de 2010 de la Universidad de Illinois, llegó a la conclusión de que enviar correos electrónicos puede hacer que el trabajo se realice de forma rápida y eficaz, pero a costa de la interacción personal necesaria para generar confianza.  Las relaciones y la creación de confianza son necesarias para la comunicación empresarial y las relaciones de negocios.

Un artículo de Harvard Business Review de 2011 afirma que para la comunicación empresarial «no envíes ese correo electrónico, coge el teléfono». Con el correo electrónico el tono y el contexto son fáciles de malinterpretar. El correo electrónico y el texto a menudo promueven respuestas reactivas, en contraposición al progreso y la acción. El correo electrónico se ha convertido en un mecanismo conveniente para evitar problemas porque es más fácil, más rápido, menos estresante y menos conflictivo que las conversaciones telefónicas.

La respuesta correcta al debate entre teléfono y correo electrónico es que hay que utilizar ambos como solución combinada. El correo electrónico puede ser la mejor solución en cuanto a productividad, pero el teléfono da el toque personal que se necesita en los negocios.