La actual coyuntura económica obliga a las empresas a pensar sobre la marcha. Además de la exigencia de responder a las necesidades de la pandemia, los fabricantes y distribuidores también han tenido que replantearse los modelos de negocio para garantizar la resistencia a largo plazo.
He aquí una lista de enseñanzas para fabricantes y distribuidores a medida que nos adentramos en la era de la dinamización:
Revelación número 1: El alejamiento de la centralización
Los modelos empresariales tradicionales se han definido sobre todo por la reunión de la mano de obra de cuello blanco en una oficina centralizada y comunal. Estos «nudos» centrales de trabajo han propiciado el auge de la urbanización. No es de extrañar que las ciudades altamente urbanizadas fueran las más afectadas por la pandemia y se convirtieran en los epicentros de la enfermedad.
Como respuesta inmediata, se ordenó a las plantillas que trabajaran desde casa y pronto la gente se dio cuenta de que la mano de obra a distancia podía seguir siendo igual de eficaz y posiblemente incluso más productiva que antes.
Con la capacidad de las plantillas para trabajar en cualquier momento y desde cualquier lugar, el mundo podría ver pronto cómo se abandona la centralización. Las empresas operarán efectivamente desde múltiples ubicaciones y la planificación urbana tradicional se verá alterada significativamente.
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