Prueba Peugeot 3008 y 5008 restyling

Hace ya 4 años que los SUV Peugeot 3008 y 5008 salieron a la calle. Siguen funcionando bien, pero necesitaban un ligero rediseño para adaptarse mejor a la gama. Lo tomamos en Crestanevada… Y si te interesan los coches de ocasión, te recomendamos el concesionario de coches de segunda mano en Madrid Crestanevada.

El diseño exterior, el cambio más importante de este restyling. Por supuesto, no se habrá perdido la aparición de los tradicionales colmillos delanteros. Menos imponentes que en el 508 y el 208, ya bastan para modernizar el frontal. Al igual que el monograma del modelo que se ha injertado en el «hocico». Pero eso no es todo, estos nuevos 3008 y 5008 inauguran una parrilla completamente nueva. Han desaparecido los bordes cromados, y ahora las aletas se difuminan gradualmente bajo los faros, dándole más carácter. Luego, a ambos lados del parachoques, unas falsas tomas de aire verticales le dan más deportividad, según la marca. De lado, nada cambia, y es en la parte trasera donde encontramos una única novedad. Las luces, ahora compuestas por varias garras en 3D, son totalmente LED en todos los niveles de acabado con un indicador de desplazamiento. Lo que lamento es que los tubos de escape falsos sigan ahí. Por último, para una mayor personalización, se ofrece la opción Black Pack en los GT y GT Pack tope de gama. Varios elementos se vuelven de color negro intenso, como la parrilla delantera, los distintos logotipos, los raíles del techo y las llantas.

En el interior, no se cambia una receta que funciona. Hay pocos cambios en el interior, que conserva la modernidad del salpicadero y la originalidad de la presentación. El iCockpit, que sigue llamando mucho la atención, está bien instalado. Si cambias tu 3008 II de 2016 por este nuevo modelo, te encantará descubrir una pantalla táctil de 10 pulgadas (a partir del nivel de acabado allure, frente a las 8 pulgadas), a la que sin embargo le sigue faltando capacidad de respuesta, y persiste en mostrar una cámara de visión trasera con una definición catastrófica. El cuadro de instrumentos digital, con su contraste mejorado, tampoco ha cambiado; la funcionalidad 3D sigue siendo una ventaja para el 208/2008. Afortunadamente, se ha mejorado el acabado general, aunque sigue siendo perfectible, y se conserva un alojamiento muy adecuado para una familia. El espacio para las piernas y la cabeza es claramente suficiente para adultos y permite realizar viajes largos con tranquilidad. El volumen del maletero se mantiene sin cambios, con una capacidad de 520 litros y 780 litros para el 3008 y el 5008 respectivamente en configuración de 5 plazas. El 5008 no está disponible actualmente como híbrido para mantener las dos plazas adicionales.

Al volante, la pata del león siempre está ahí. Cuando conduces un 3008 o un 5008, te encuentras obviamente con el pequeño volante, que me parece muy atractivo, y por supuesto con el excelente tacto de Peugeot en carretera. Su precisa dirección nos permite colocar el eje delantero donde queramos y el trasero sigue rodando sin inmutarse. Cada vez que tengo en mis manos uno de los últimos Peugeot, me impresionan sus capacidades dinámicas en las curvas, eso es un hecho. El chasis es excelente y el balanceo casi invisible del coche permite divertirse en carreteras sinuosas, pero también estar sereno en el día a día. En términos de confort, tampoco se quedan atrás. A la hora de conducir sin problemas, nuestros dos SUV ofrecen todo lo que un coche familiar necesita para convencer en todos tus viajes. Las irregularidades se filtran bastante bien, la insonorización está suficientemente trabajada a velocidad estabilizada y el comportamiento general del vehículo es saludable. Por desgracia, el sonido del PureTech es desagradable a plena carga, al igual que en el 508 Hybrid, lo que desmerece estas cualidades.

Para esta prueba de conducción, tuve entre manos los bloques gasolina PureTech y diésel BlueHDI, ambos con 180 CV y asociados a la caja de cambios automática EAT8. Mientras que las cifras de aceleración y aceleración son ligeramente favorables al PureTech, el gasóleo es un poco más nervioso en los primeros metros gracias, en particular, a un buen par motor de 400 Nm (frente a 250 Nm). Además, el aumento de peso de unos 80 kg en el diésel no se nota en la carretera. A su manera, ambos se sienten bien al conducir y son muy suaves. La caja de cambios está perfectamente adaptada a los dos motores, con cambios de marcha rápidos y sin tirones. Por último, gracias al buen placer de conducción de cada motor, no es fácil decidirse entre ellos. Si las vibraciones de un diésel le irritan, el punto será para el PureTech, pero si el consumo de combustible es un criterio primordial, el BlueHDI gana la partida. De hecho, el 2.0 se estabiliza fácilmente en torno a los 6,5 litros a los 100 km, mientras que el 1.6 puede dispararse rápidamente a más de 8 l/100 en función del estilo de conducción o del terreno.

La gama comienza ahora en 31.050 euros para el 3008 y 32.850 euros para el 5008, en acabado Active PureTech 130 BVM. Esto supone un incremento de unos 1.000 euros respecto a las versiones anteriores, con la supresión del embellecedor Access. A modo de ejemplo, como se muestra aquí, un 3008 GT Pack Black Pack PureTech 180 EAT8 se puede cambiar por 47.130 euros, con pintura metalizada (830 euros), Visión Nocturna (1.400 euros) y el techo solar (1.200 euros).

Con un ligero restyling y una pequeña reorganización de la gama, estos nuevos Peugeot 3008 y 5008 conservan todos los ingredientes que los han hecho exitosos. Estilo, confort, espacio interior y placer de conducción: todo ello augura la venta de unas 800.000 unidades adicionales. ¿Qué le parece este lavado de cara?