La aceleración de la adopción tecnológica ha creado una nueva frontera para el mundo laboral. Con el auge de la computación en nube, la inteligencia artificial, el comercio electrónico y otras tecnologías colaborativas, las empresas han tenido la oportunidad de innovar y prosperar. Al mismo tiempo, la revolución tecnológica también ha creado una dicotomía: ha dado lugar a un déficit de competencias en el que la mano de obra simplemente no está preparada para el futuro.
Según el último informe del Foro Económico Mundial titulado El futuro del empleo, la capacidad de las empresas mundiales para aprovechar el potencial de crecimiento de la adopción de nuevas tecnologías se ve obstaculizada por la escasez de personal cualificado. De hecho, al profundizar específicamente en el sector manufacturero, el 67,7% de los encuestados señalaron la falta de cualificación como uno de los mayores obstáculos para la adopción de nuevas tecnologías. Se espera que el 14% de los trabajadores corran el riesgo de ser desplazados sólo en esa industria.
Por lo tanto, corresponde a los directores de RRHH y a los líderes empresariales desarrollar las capacidades adecuadas y capacitar a los trabajadores remotos para prepararse para el futuro del trabajo.
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